El desarrollo del arte de la cerámica en Europa es notorio.
El auge de la industria de la cerámica no sólo ha marcado el desarrollo económico de los territorios en cuestión, sino que también ha producido un patrimonio y una historia social, y ha contribuido a la creación de una fuerte identidad.
Los viajeros pueden descubrir esta identidad, que continua forjando muchas ciudades en toda Europa, siguiendo la Ruta Europea de la Cerámica.
La ruta tiene por objeto hacer más accesible a los ciudadanos europeos el patrimonio cerámico europeo, promoviendo una imagen dinámica de su patrimonio, tanto material, con objetos utilizados en varios sectores (actividades culinarias, las artes, medicina, arquitectura, etc.), como inmaterial, incluidos los conocimientos y la artesanía necesarios para su producción.